El ataque de los clones y las nenazas fantasmas

miércoles, 3 de octubre de 2007

No, no me he equivocado en el título del Episodio I de Star Wars. Os comento.

Íbamos Vane y yo tan alegremente en mi coche por la calle San Vicente (Valencia), cuando allá en lontananza divisamos unas multitudes multitudinarias, dispersas a lo largo y ancho de la calle, cual manifestación, pero sin portar pancartas reivindicativas, ni repartir folletos informativos de los derechos y deberes de las medusas norcoreanas en procesos migratorios, ni taladrando el tímpano a los incautos viandantes con el megáfono del p**o botón que simula la sirena de los bomberos.


Al realizar movimientos de aproximación paulatinos (los que nos permitían los semáforos), nos fuimos dando cuenta de que no era una manifestación, ni reivindicaban más fotos de Julián Muñoz en internete, eran colas de personas humanas esperando.

Así que, pacientemente y con el morbo que nos caracteriza a todos nosotros cuando vemos una aglomeración, disminuí la velocidad del automóvil, intentando discernir si esas colas eran por la firma de algún personaje ilustre era porque regalaban duros a cuatro pesetas o algo por el estilo.

Miro a la derecha, veo especímenes humanos de corta edad, ambos sexos; miro a la izquierda, veo... los mismos especímenes!! No puede ser, me froto los ojos, me limpio las gafas, bajo las ventanillas para evitar cualquier interferencia de excrementos de ave carroñera... efectivamente, estoy viendo la misma gente en un lado y en el otro de la calle. ¿Y cómo puede ser? os preguntaréis alguno, ¿qué explicación científica daría Iker Casillas, uy no, Iker Jiménez (tatatachán tachán tachán) a este fenómeno para-anormal?

Veo a los chicos, pantalones vaqueros, cinturones de lona (creo que los que regalaba McDonalds hace un tiempo), la goma de los calzoncillos por fuera (¿o es que llevan los pantalones medio bajados?), pelo corto, mechas rubias, engominado, peinado a lo cepillo (o sin pasar el cepillo) tanto por arriba como por lo laterales y atrás (jeje, si alguno lo llevara largo diría que es Son Goku de súper-guerrero), otros con gorra encasquetada la visera hasta las cejas.

¿Y ellas? Pantalones para sordomudos(*), blusas de color claro, pelo largo con coleta en la coronilla, tan tensa que les hacen los ojos como a las chinas, pendientes de aros (ni los de Barcelona'92, oiga), tres kilos de maquillaje en la cara, que ni la maquilladora de "El planeta de los simios" podría quitarlo (aunque les sirve de protección, si se dan un golpe en la cara suena como "pufff" y sale una nube de polvo), uñas "de a metro", y una jerga lingüística es-que-o-sea-fíjate-divina-de-la-muerte-te-lo-juro-por-snoopy, aunque alguna que otra podía pasar también por camionera de la A-3 perfectamente.

Que dónde se dan estas "casualidades", preguntarán algunos; pues sencillo, las sesiones "light" de la discoteca Pachá Valencia. ¿Se entiende ahora el por qué del título de este rollo?

Saludos

(*)Pantalones para sordomudos: aquellos en los que puedes leer los labios :S

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